«Y los que viven juntos toda su vida son individuos que ni siquiera podrán decir que quieren obtener en uno del otro» (Platón, Fedón, 192c-d).
1-Dos niños se observan al pie de los portones blancos.
2-Entre ellos se interpone no el espacio humano, sí la distancia que clausura la cercanía.
3-El varón agita una rama y golpea el piso repetidamente. A la distancia ondea la mano, amedrenta, acusa, señala.
4-Del otro lado, la niña risueña le responde con brinco y maroma. Le imita, saca la lengua.
5-Súbitamente aparece una hermosa muchacha. Se descubre los pechos y camina en círculos, repetidamente, entre los dos.
6-Esta provocación despierta la imaginación de los dos atónitos. Emerge el deseo, se inaugura el espacio entre la política y el arte. ¿Qué quiere el otro de mi?