Honorable Ciudadano Enrique Peña Nieto
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Existimos quienes todavía creemos que las epístolas son vehículos amorosos que permiten aventurar las ideas provenientes del exterior en la imaginación del intérprete, hasta el punto en que idea y fantasía se funden en un mismo acto de creación de ser, como aquello que constituye la esencia y función de la humanidad.